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La crisis económica tuvo sus cosas positivas, como obligar a arquitectos y empresas constructoras a reinventarse y buscar nuevos campos de actividad. Ahí surgió la oportunidad de investigar en la construcción prefabricada, que tan mala fama acarreaba, y descubrimos que industrializar no significa rebajar la creatividad y el rigor al diseñar un edificio; al contrario: quizá sea la mejor forma de asegurar que entre la idea original y el resultado final no se queda nada en el camino.

Que fue el camino correcto lo ha corroborado la demanda: en los últimos tres años este tipo de vivienda ha crecido en España de 2.000 proyectos en 2015 a 7.000 el año pasado. Tres son los motivos fundamentales que apoyan este auge: unos costes más ajustados –el precio medio está entre 800 y 1.000 euros/m2, frente a los 1.300-1.600 de la vivienda tradicional–, unos plazos más breves de ejecución y la posibilidad de modificar con cierta facilidad el proyecto original por el carácter modular de la construcción.

En este contexto nace el nuevo proyecto de casas prefabricadas Mikasa 10, del que Foraster Arquitectos es socio responsable de diseño y del que os mostramos su vivienda piloto. De un solo nivel y pensada para familias de 2 hasta 6 individuos, se compone de 1 cocina, 1 gran salón comedor, 3 habitaciónes, 2 baños –uno de ellos en suite– y un trastero, con un total de 127 m2 de vivienda y 50m2 de porches.

Para poder adecuarse lo mejor posible al usuario, existen una serie de módulos que se pueden añadir al proyecto inicial como porches, garajes o txokos. El proyecto básico tiene un coste desde 205.000 euros y un tiempo de entrega de unos 4 meses. Con su alta calificación energética (A), se respeta el medio ambiente y se ahora en gastos de mantenimiento como electricidad o calefacción.

Esperamos que os guste y también estaremos encantados de escuchar vuestras opiniones.